Carta de los alumnos de Filosofía de la Universidad de Salamanca

LOMCE, ahora sin filosofíaSalamanca, marzo 2013

Ciudadano, llega a tu sistema educativo un revolucionario producto que eliminará  cualquier germen de conocimiento económicamente estéril: LOMCE®, una divertidísima  reforma educativa que te ahorrará la siempre engorrosa tarea de pensar. Diseñada por los  mismos benefactores de la civilización que dieron vida a otros artefactos filantrópicos  como “¡Genere seis toneladas de basura con tan sólo apretar un botón!”, “¡Coma todo lo  que pueda por sólo un euro!” o “¡Mutílese, compre, calle y vote!”

¿Cansado del absurdo laicismo de las sociedades democráticas? ¿Harto de promover la tolerancia? ¿Aburrido de fomentar entre la juventud habilidades de pensamiento crítico que  lastrarán su rápida inserción en un mercado laboral cada vez más competitivo? No lo  pienses más ¡LOMCE® tiene la solución! Este revolucionario producto elimina las  tediosas clases de Educación Ético-cívica de 4º de la ESO que hacían perder el tiempo a  nuestros jóvenes comprendiendo los obsoletos valores democráticos sobre los que se  apoyaba nuestra sociedad. ¿Te agota el imperativo categórico? ¿Temes que tus hijos inviertan en ideas y no en Bolsa? ¡LOMCE® tiene la solución! Con su refrescante sustitución de la Historia de la Filosofía por clases de Economía de Empresa en  Bachillerato la moralidad no volverá a ser un problema para los jóvenes ni su futuro una  preocupación. 

¡No te dejes engañar por los partidarios de la educación! Ellos dirán que educar en ideas es formar individuos libres. Y tendrán razón.

¡No te dejes engañar por los partidarios de la educación! Ellos dirán que educar en ideas es formar individuos libres. Y tendrán razón. Ellos dirán que la calidad de una  democracia depende de la calidad de los argumentos de sus ciudadanos. Y tendrán razón.  Ellos dirán que el pasado no se puede desahuciar. Y tendrán razón. Ellos dirán que no vale  más quien compite a cualquier precio. Y tendrán razón. Ellos dirán que la prosperidad económica no puede ser la excusa para convertir las escuelas en vertederos. Y tendrán  razón. Ellos dirán que el futuro no se puede hipotecar. Y tendrán razón. Ellos dirán que  con el sistema educativo no se puede mercadear. Y volverán a tener razón.

Pero ¿qué es todo eso comparado con la felicidad del consumidor satisfecho, con la  eficiencia del productor a destajo, con el éxito del especulador sin escrúpulos, con la  tranquilidad del votante gregario, con la autocomplacencia de quien no sabe nada, no  recuerda nada y no piensa en nada?

No lo dudes más: compra LOMCE®. Si dudas, pierdes.